Suiza tiene 137 millonarios que poseen una fortuna superior a US$1.000 millones
Suiza, un país de la talla de Extremadura o dos veces más pequeño de Andalucía, cuenta con 137 residentes con fortunas superiores a los 1.000 millones de dólares, una categoría de magnates que ha sabido capear la crisis económica internacional, conservando e incluso aumentando su patrimonio.
La fortuna conjunta de esos multimillonarios totaliza unos 483.000 millones de dólares, 44.000 millones más (9 %) de lo estimado hace solamente un año, según la edición de hoy de la revista de negocios suiza "Bilan".
El caso más espectacular es el Karim Aga Khan, jefe espiritual de los ismaelíes chiitas, cuya fortuna aumentó cuatro veces en un año para ubicarse entre los 12.000 y 13.000 millones de dólares.
Un aumento de un 180% de su patrimonio coloca a la familia Louis-Dreyfur -a la cabeza de una firma dominante en el mercado mundial de las materias primas agrícolas- en el segundo lugar de fortunas que más han crecido en el último año en Suiza y que ahora se valora entre los 3.000 y 4.000 millones de dólares.
Sin embargo, las cifras explotan cuando se habla de la primera fortuna de Suiza, perteneciente al propietario del fabricante de muebles Ikea (con intereses también en el sector inmobiliario y bancario), el sueco Ingvar Kamprad, que posee entre 38.000 y 39.000 millones de dólares.
El suizo-brasileño Jorge Lemann, quien tiene un 15% de participación en Anheuser-Busch InvBEV -el mayor fabricante de cervezas de mundo y reciente comprador de la cadena de hamburguesas "Burger King"- figura como la segunda fortuna de Suiza, con un patrimonio de entre 17.000 y 18.000 millones de dólares.
En tercer lugar se encuentra la familia Hoffmann y Oeri, que tiene el 9,3% del capital y el 50,1% de derechos de voto en la farmacéutica Roche, y posee entre 16.000 y 17.000 millones de dólares.
Por su parte, el oligarca ruso Viktor Vekselberg -con el 12,5% de participación en el grupo petrolero TNK- es con 14.000 a 15.000 millones de dólares la cuarta fortuna instalada en Suiza.
La quinta posición es para la familia heredera de los fundadores de la firma textil C&A, los Brenninkmeijer, que han sumado a su extenso patrimonio bienes inmobiliarios e inversiones en energía renovable, gracias a todo lo cual ya tienen entre 12.000 y 13.000 millones de dólares.
Las ciudades de Zúrich, Ginebra, Berna, Basilea y Zoug están entre las ciudades privilegiadas por los extranjeros ricos que viven en Suiza y que en general gozan de condiciones fiscales muy favorables.
Si bien de manera global las grandes fortunas han progresado este año, algunas se han reducido cerca de un tercio, como ha sido el caso de la familia Peugeot, cuyas posesiones están ahora estimadas entre 1.000 y 1.500 millones de dólares, un 29% menos que hace un año.
A escala nacional, los poseedores de fortunas a partir de los 1.000 millones de dólares controlan el 57,7% de la riqueza de todo el país, pero sólo representan el 4,7% de contribuyentes.
Según la revista "Bilan", las personas que poseen más de 10 millones de dólares totalizan 9.875 individuos, lo que supone un 12% más con respecto a 2009.
Suiza, un país de la talla de Extremadura o dos veces más pequeño de Andalucía, cuenta con 137 residentes con fortunas superiores a los 1.000 millones de dólares, una categoría de magnates que ha sabido capear la crisis económica internacional, conservando e incluso aumentando su patrimonio.
La fortuna conjunta de esos multimillonarios totaliza unos 483.000 millones de dólares, 44.000 millones más (9 %) de lo estimado hace solamente un año, según la edición de hoy de la revista de negocios suiza "Bilan".
El caso más espectacular es el Karim Aga Khan, jefe espiritual de los ismaelíes chiitas, cuya fortuna aumentó cuatro veces en un año para ubicarse entre los 12.000 y 13.000 millones de dólares.
Un aumento de un 180% de su patrimonio coloca a la familia Louis-Dreyfur -a la cabeza de una firma dominante en el mercado mundial de las materias primas agrícolas- en el segundo lugar de fortunas que más han crecido en el último año en Suiza y que ahora se valora entre los 3.000 y 4.000 millones de dólares.
Sin embargo, las cifras explotan cuando se habla de la primera fortuna de Suiza, perteneciente al propietario del fabricante de muebles Ikea (con intereses también en el sector inmobiliario y bancario), el sueco Ingvar Kamprad, que posee entre 38.000 y 39.000 millones de dólares.
El suizo-brasileño Jorge Lemann, quien tiene un 15% de participación en Anheuser-Busch InvBEV -el mayor fabricante de cervezas de mundo y reciente comprador de la cadena de hamburguesas "Burger King"- figura como la segunda fortuna de Suiza, con un patrimonio de entre 17.000 y 18.000 millones de dólares.
En tercer lugar se encuentra la familia Hoffmann y Oeri, que tiene el 9,3% del capital y el 50,1% de derechos de voto en la farmacéutica Roche, y posee entre 16.000 y 17.000 millones de dólares.
Por su parte, el oligarca ruso Viktor Vekselberg -con el 12,5% de participación en el grupo petrolero TNK- es con 14.000 a 15.000 millones de dólares la cuarta fortuna instalada en Suiza.
La quinta posición es para la familia heredera de los fundadores de la firma textil C&A, los Brenninkmeijer, que han sumado a su extenso patrimonio bienes inmobiliarios e inversiones en energía renovable, gracias a todo lo cual ya tienen entre 12.000 y 13.000 millones de dólares.
Las ciudades de Zúrich, Ginebra, Berna, Basilea y Zoug están entre las ciudades privilegiadas por los extranjeros ricos que viven en Suiza y que en general gozan de condiciones fiscales muy favorables.
Si bien de manera global las grandes fortunas han progresado este año, algunas se han reducido cerca de un tercio, como ha sido el caso de la familia Peugeot, cuyas posesiones están ahora estimadas entre 1.000 y 1.500 millones de dólares, un 29% menos que hace un año.
A escala nacional, los poseedores de fortunas a partir de los 1.000 millones de dólares controlan el 57,7% de la riqueza de todo el país, pero sólo representan el 4,7% de contribuyentes.
Según la revista "Bilan", las personas que poseen más de 10 millones de dólares totalizan 9.875 individuos, lo que supone un 12% más con respecto a 2009.
Los Países con más Millonarios
Suiza, Bélgica y Holanda encabezan el listado de países de Europa con mayor número de millonarios, según un estudio anual publicado por la firma holandesa Van Lanschot Bankiers.
Entre los quince países del mundo con mayor número de millonarios, Suiza ocupa el segundo lugar de esta clasificación mundial, con un 11,6%, porcentaje sólo superado por Catar, que está en el primer lugar con un 14,3%.
Bélgica se sitúa en el puesto 12, con un 3,2% de presencia de millonarios, mientras que Holanda ocupa el 15, con un 2,6%.
La encuesta, que considera millonarios a propietarios con más de un millón de euros, excluyendo el valor de pensiones y de propiedades en las que viven, centra su estudio en determinar el perfil y el estado de bienestar de la clase alta en los Países Bajos.
Según este estudio, uno de cada cien propietarios holandeses tendría estatus de millonario, y uniendo sus bienes compondrían el 40 % del total de riquezas de Holanda.
Así, el informe revela que el perfil genérico del millonario holandés es un hombre blanco, de 59 años, conductor de BMV y votante del partido de la derecha liberal VVD, y señala que el promedio de activos de esta clase alcanza casi los 3 millones de euros.
El análisis reveló que la mayoría de los millonarios holandeses (que, en total, la encuesta cifró en 92.000) considera que la crisis no afectará a sus bienes y se muestra optimista respecto a su futuro económico.
El "Informe sobre riqueza 2013", realizado en común por Van Lanschot Bankiers, la oficina nacional de estadística de Holanda y la consultora GfK, expone que algo más de la mitad de estos millonarios (el 54 %) obtienen su fortuna de su propio negocio.
En un 44 % de los casos, los ingresos vendrían de ingresos del empleo, seguido de los beneficios obtenidos por inversiones (39 %).
Suiza, Bélgica y Holanda encabezan el listado de países de Europa con mayor número de millonarios, según un estudio anual publicado por la firma holandesa Van Lanschot Bankiers.
Entre los quince países del mundo con mayor número de millonarios, Suiza ocupa el segundo lugar de esta clasificación mundial, con un 11,6%, porcentaje sólo superado por Catar, que está en el primer lugar con un 14,3%.
Bélgica se sitúa en el puesto 12, con un 3,2% de presencia de millonarios, mientras que Holanda ocupa el 15, con un 2,6%.
La encuesta, que considera millonarios a propietarios con más de un millón de euros, excluyendo el valor de pensiones y de propiedades en las que viven, centra su estudio en determinar el perfil y el estado de bienestar de la clase alta en los Países Bajos.
Según este estudio, uno de cada cien propietarios holandeses tendría estatus de millonario, y uniendo sus bienes compondrían el 40 % del total de riquezas de Holanda.
Así, el informe revela que el perfil genérico del millonario holandés es un hombre blanco, de 59 años, conductor de BMV y votante del partido de la derecha liberal VVD, y señala que el promedio de activos de esta clase alcanza casi los 3 millones de euros.
El análisis reveló que la mayoría de los millonarios holandeses (que, en total, la encuesta cifró en 92.000) considera que la crisis no afectará a sus bienes y se muestra optimista respecto a su futuro económico.
El "Informe sobre riqueza 2013", realizado en común por Van Lanschot Bankiers, la oficina nacional de estadística de Holanda y la consultora GfK, expone que algo más de la mitad de estos millonarios (el 54 %) obtienen su fortuna de su propio negocio.
En un 44 % de los casos, los ingresos vendrían de ingresos del empleo, seguido de los beneficios obtenidos por inversiones (39 %).
Los más poderosos del mundo
El presidente ruso, Vladimir Putin, desplazó a su homólogo estadounidense, Barack Obama, como el hombre más poderoso del mundo en el ranking de Forbes.
Forbes justifica su decisión de colocar a Putin como el nuevo hombre fuerte a nivel mundial porque "continúa solidificando su control sobre Rusia y el escenario internacional", mientras Obama pierde terreno en su segundo mandato en la Casa Blanca.
"El período de Obama de 'pato cojo' parece haber llegado ante de los previsto para un presidente de dos mandatos. Último ejemplo: el caos del cierre del gobierno", afirmó la revista estadounidense al dar a conocer el miércoles su nuevo ranking.
"Cualquiera que mira la partida de ajedrez de este año sobre Siria y las filtraciones de espionaje de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad estadounidense) tiene una idea clara de la dinámica de cambio de poder individual", agregó.
Detrás de Putin y Obama se ubican el presidente chino Xi Jinping (3º), el papa Francisco (4º) y la canciller alemana Angela Merkel (5ª), según la lista publicada en www.forbes.com.
El filántropo y fundador de Microsoft, Bill Gates, ocupa el sexto lugar, seguido del presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central), Ben Bernanke (7º), y el rey Abdalá de Arabia Saudita (8º).
El latinoamericano mejor ubicado (luego del papa) es el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim (12º, un puesto por debajo respecto del ranking de 2012), mientras que la presidenta brasileña Dilma Rousseff se sitúa en la 20ª posición (18º el año pasado).
Dos mexicanos más integran la lista: el presidente Enrique Peña Nieto (37º) y el capo del cartel de Sinaola de narcotráfico, Joaquín "El Chapo" Guzmán, considerado el delincuente más poderoso del mundo, que cae el puesto 67 tras situarse 63º el año pasado.
El papa Francisco, "nueva energía"
El papa de origen argentino Francisco, el primer latinoamericano en convertirse en máximo responsable de la Iglesia Católica, es uno de las 13 personalidades que irrumpen en la lista 2013.
"La elección en marzo del papa Francisco ha infundido nueva energía a la religión más grande del mundo con 1.200 millones de adeptos en todo el planeta", señala Forbes en su perfil de Jorge Mario Bergoglio.
"El primer jesuita y latinoamericano pastor de Cristo predica la compasión por los pobres y un mayor papel para las mujeres, mientras instó a la Iglesia a dejar de concentrarse 'sólo en cuestiones vinculadas con el aborto, el matrimonio homosexual y el uso de anticonceptivos", destaca.
La revista estadounidense tomó en cuenta cuatro factores para seleccionar a 72 personas entre los 7.200 millones de habitantes del mundo: sobre cuánta gente ejercen poder; los recursos financieros bajo su control; si tienen influencia en más de una esfera; y cómo utilizan de manera activa su poder para cambiar el mundo.
Es la primera vez que Putin ocupa el primer puesto desde que la lista fue creada en 2009 y la segunda ocasión en la que Obama pierde ese lugar: la anterior había sido en 2010 cuando fue superado por el entonces presidente chino Hu Jintao.
El ranking de este año muestra por otra parte más mujeres (nueve), en comparación a las seis incluidas en 2011 y 2012. En la primera lista de 2009 había apenas tres.
Pese a este avance, su presentación, 12% de la lista 2013, sigue estando muy por debajo teniendo en cuenta que son el 50% de la población mundial.
El presidente ruso, Vladimir Putin, desplazó a su homólogo estadounidense, Barack Obama, como el hombre más poderoso del mundo en el ranking de Forbes.
Forbes justifica su decisión de colocar a Putin como el nuevo hombre fuerte a nivel mundial porque "continúa solidificando su control sobre Rusia y el escenario internacional", mientras Obama pierde terreno en su segundo mandato en la Casa Blanca.
"El período de Obama de 'pato cojo' parece haber llegado ante de los previsto para un presidente de dos mandatos. Último ejemplo: el caos del cierre del gobierno", afirmó la revista estadounidense al dar a conocer el miércoles su nuevo ranking.
"Cualquiera que mira la partida de ajedrez de este año sobre Siria y las filtraciones de espionaje de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad estadounidense) tiene una idea clara de la dinámica de cambio de poder individual", agregó.
Detrás de Putin y Obama se ubican el presidente chino Xi Jinping (3º), el papa Francisco (4º) y la canciller alemana Angela Merkel (5ª), según la lista publicada en www.forbes.com.
El filántropo y fundador de Microsoft, Bill Gates, ocupa el sexto lugar, seguido del presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central), Ben Bernanke (7º), y el rey Abdalá de Arabia Saudita (8º).
El latinoamericano mejor ubicado (luego del papa) es el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim (12º, un puesto por debajo respecto del ranking de 2012), mientras que la presidenta brasileña Dilma Rousseff se sitúa en la 20ª posición (18º el año pasado).
Dos mexicanos más integran la lista: el presidente Enrique Peña Nieto (37º) y el capo del cartel de Sinaola de narcotráfico, Joaquín "El Chapo" Guzmán, considerado el delincuente más poderoso del mundo, que cae el puesto 67 tras situarse 63º el año pasado.
El papa Francisco, "nueva energía"
El papa de origen argentino Francisco, el primer latinoamericano en convertirse en máximo responsable de la Iglesia Católica, es uno de las 13 personalidades que irrumpen en la lista 2013.
"La elección en marzo del papa Francisco ha infundido nueva energía a la religión más grande del mundo con 1.200 millones de adeptos en todo el planeta", señala Forbes en su perfil de Jorge Mario Bergoglio.
"El primer jesuita y latinoamericano pastor de Cristo predica la compasión por los pobres y un mayor papel para las mujeres, mientras instó a la Iglesia a dejar de concentrarse 'sólo en cuestiones vinculadas con el aborto, el matrimonio homosexual y el uso de anticonceptivos", destaca.
La revista estadounidense tomó en cuenta cuatro factores para seleccionar a 72 personas entre los 7.200 millones de habitantes del mundo: sobre cuánta gente ejercen poder; los recursos financieros bajo su control; si tienen influencia en más de una esfera; y cómo utilizan de manera activa su poder para cambiar el mundo.
Es la primera vez que Putin ocupa el primer puesto desde que la lista fue creada en 2009 y la segunda ocasión en la que Obama pierde ese lugar: la anterior había sido en 2010 cuando fue superado por el entonces presidente chino Hu Jintao.
El ranking de este año muestra por otra parte más mujeres (nueve), en comparación a las seis incluidas en 2011 y 2012. En la primera lista de 2009 había apenas tres.
Pese a este avance, su presentación, 12% de la lista 2013, sigue estando muy por debajo teniendo en cuenta que son el 50% de la población mundial.
Se Vende Menos Lujo
Los consumidores chinos están limitando su gasto en las prendas de diseñador, las bolsas de piel y los relojes costosos, y están frenando la venta mundial de artículos de lujo.
El análisis dado a conocer el lunes por Bain & Company calculó que la venta de artículos de lujo en 2013 será de 217.000 millones de euros (300.000 millones de dólares), comparado con 212.000 millones de euros del año pasado. El incremento es una fracción del crecimiento a dos dígitos que disfrutó en los tres años anteriores.
Se prevé que la venta de artículos de lujo en China crezca sólo 2,5% a 15.300 millones de euros como resultado de un operativo contra la corrupción que ha desacelerado la entrega de obsequios y una tendencia de los turistas chinos por comprar en el extranjero, según la firma.
Estados Unidos permanece por mucho como el principal mercado de lujo, con 62.500 millones de euros, seguido por Japón e Italia, ambos en contracción con ventas este año por 17.200 y 16.100 millones de euros, respectivamente. Se prevé que China supere a Francia por el cuarto lugar.
Los ingresos de las marcas de lujo también se vieron castigadas por las fluctuaciones en el tipo de cambio, un yen devaluado y la relativa debilidad del euro comparado con otras monedas, dijo Claudia D'Arpizio, la socia en Bain que encabezó el estudio.
Para Fondazione Altagamma, una asociación de productores italianos de moda, diseño, alimentos y bebidas de lujo que encarga el estudio anual, el análisis contiene algunas lecciones: las ventas por internet están creciendo con tasas de dos dígitos y los consumidores se están alejando de las marcas de segunda línea a favor de nuevos nombres y más acorde con los gustos locales.
Los consumidores chinos están limitando su gasto en las prendas de diseñador, las bolsas de piel y los relojes costosos, y están frenando la venta mundial de artículos de lujo.
El análisis dado a conocer el lunes por Bain & Company calculó que la venta de artículos de lujo en 2013 será de 217.000 millones de euros (300.000 millones de dólares), comparado con 212.000 millones de euros del año pasado. El incremento es una fracción del crecimiento a dos dígitos que disfrutó en los tres años anteriores.
Se prevé que la venta de artículos de lujo en China crezca sólo 2,5% a 15.300 millones de euros como resultado de un operativo contra la corrupción que ha desacelerado la entrega de obsequios y una tendencia de los turistas chinos por comprar en el extranjero, según la firma.
Estados Unidos permanece por mucho como el principal mercado de lujo, con 62.500 millones de euros, seguido por Japón e Italia, ambos en contracción con ventas este año por 17.200 y 16.100 millones de euros, respectivamente. Se prevé que China supere a Francia por el cuarto lugar.
Los ingresos de las marcas de lujo también se vieron castigadas por las fluctuaciones en el tipo de cambio, un yen devaluado y la relativa debilidad del euro comparado con otras monedas, dijo Claudia D'Arpizio, la socia en Bain que encabezó el estudio.
Para Fondazione Altagamma, una asociación de productores italianos de moda, diseño, alimentos y bebidas de lujo que encarga el estudio anual, el análisis contiene algunas lecciones: las ventas por internet están creciendo con tasas de dos dígitos y los consumidores se están alejando de las marcas de segunda línea a favor de nuevos nombres y más acorde con los gustos locales.
Made in China: el éxito de los nuevos artistas de Beijing
Yue Minjun, Zeng Fanzhi y Wang Guangyi lideran la generación de creadores que dejaron atrás la propaganda del régimen de Mao.
Por décadas, los artistas en China fueron perseguidos y censurados por un gobierno acostumbrado a leer entre líneas en las novelas y a encontrar los significados ocultos de las exposiciones. Influenciado por la estética soviética, el arte oficial chino se limitó a servir de propaganda política, como un instrumento más educativo que reflexivo. Mao Zedong lo dejó claro: él no quería una “revolución artística”, sino más bien un “arte revolucionario”. Las vanguardias fueron marginadas y la figura de Mao se convirtió en el leitmotiv del arte oficial.
Hoy, a más de 50 años de la Revolución Cultural, la liberalización de la economía se traduce también en una apertura en las artes visuales. Los artistas chinos han entrado con fuerza al mercado global con obras cargadas de crítica social, donde la figura de Mao es incluso parodiada. Desde los 90, coleccionistas extranjeros fijaron su atención en este nuevo arte y varios instalaron galerías en el distrito 798 de Beijing, una antigua zona industrial que reúne a la vanguardia artística.
El fenómeno explotó en la última década: según cifras de Artprice, China pasó a ser el tercer mercado mundial para la venta de arte, tras EE.UU. y Gran Bretaña, y el primero en subastas de obras contemporáneas el último año, junto a EE.UU. En abril pasado, Christie’s abrió su primera casa en el país: “No estar en China no tiene ningún sentido”, dijo el director ejecutivo Steven Murphy. El primer remate, con obras de Picasso, Andy Warhol y artistas contemporáneos chinos como Zeng Fanzhi (1964), sumó US$ 27 millones. Este último hace sólo tres semanas marcó el récord para un artista chino vivo, al vender su pintura más famosa, La última cena (2001), en US$ 23 millones en Hong Kong. Inspirada en la clásica obra de Da Vinci, aquí las figuras religiosas son sustituidas por jóvenes comunistas con corbatas rojas, sólo uno (Judas) lleva una de color amarilla que simboliza el paso de China hacia el capitalismo.
Es un hecho, más allá de las cifras, Zeng Fanzhi es uno de los que encabeza la nueva mirada del arte chino. Sus escenas, protagonizadas por personajes de máscaras blancas, están cargadas de lecturas existencialistas. Parte de ellas, junto a su nueva producción, se exhiben hasta febrero en el Museo de Arte Moderno de París.
A Fanzhi se suma Zhang Xiaogang (1958), con obras en la colección del británico Charles Saatchi que han sido calificadas de simbolistas, al hacer una relectura de las fotos familiares de los tiempos de la Revolución China. En 2003, éstas eran avaluadas en US$ 2 millones, hoy ya superan los US$ 10 millones.
Según Melissa Chiu, directora del Museo de la Sociedad Asiática con sede en Nueva York, es cada vez más difícil definir a los artistas chinos. “Ser un artista chino hoy es más complejo de lo que era en los años 80 y 90. Es parecido a serlo en Nueva York, donde hay muchos artistas individuales en lugar de un grupo o tendencia específica”, dijo a The New York Observer.
Aunque si de un movimiento se trata, el más llamativo hasta ahora es el llamado Realismo Cínico, liderado por el pintor Yue Minjun (1962), quien tiene una obra plagada de personajes clonados con una gran sonrisa en sus caras, que ha sido descrita como “una respuesta irónica al vacío espiritual y la locura de la actual China”. En septiembre pasado, la Fundación Cartier de París le dedicó una retrospectiva.
Sin embargo, mientras el arte chino triunfa en la escena internacional, en su país la censura se sigue aplicando. Las autoridades permiten exhibir desnudos y escenas de sexo en las galerías, pero las obras que remiten a la situación política o social son descolgadas. El caso más emblemático es el del activista Ai Weiwei, quien luego de criticar al gobierno ha sido perseguido por las autoridades y en 2010 fue arrestado por una supuesta evasión de impuestos. Hoy, Weiwei vive en Beijing, pero sólo expone afuera, en Londres, EE.UU. o Francia.
Lo mismo le sucede a los hermanos Gao, Zhen y Quiang (1956 y 1962), quienes tienen problemas por usar la imagen de Mao en sus obras, tema que aún produce escozor dentro de China. En 2006, la policía desmontó un cuadro que mostraba a Mao bañándose en un río de sangre. Eso no los detuvo. “Los Gao” han seguido usando a Mao en esculturas, como una de 2009 que lo muestra pidiendo perdón.
Otro artista que sigue esa línea es Wang Guangyi (1957), quien usa la otrora estética revolucionaria mezclada con marcas occidentales como Gucci y Chanel. Su obra afuera ahora es revalorada: una pintura que muestra a un soldado a punto de apuñalar el logo de Coca-Cola, comprada en 1996 a US$ 25 mil, fue revendida en 2006 en US$ 1.6 millones.
Eso sí, los más jóvenes ya superaron el efecto Mao. Entre ellos está Liu Bolin(1973), quien toca el tema del rápido desarrollo económico de China a través de performances donde él mismo pinta su cuerpo, mimetizándose con escenas urbanas de Beijing, como pasillos de supermercados o la “gran muralla”. En 2012, él mismo dio el paso hacia Occidente, colaborando con marcas de ropa como Valentino y Gaultier. Otra joven fotógrafa, Cao Fei (1978), usa la estética hip hop o de videojuegos para representar escenas futuristas. Ya ha expuesto en la Serpentine Gallery de Londres o el MoMa PS1 Cenert. Ahora entrar al mercado es sólo cuestión de tiempo.
Yue Minjun, Zeng Fanzhi y Wang Guangyi lideran la generación de creadores que dejaron atrás la propaganda del régimen de Mao.
Por décadas, los artistas en China fueron perseguidos y censurados por un gobierno acostumbrado a leer entre líneas en las novelas y a encontrar los significados ocultos de las exposiciones. Influenciado por la estética soviética, el arte oficial chino se limitó a servir de propaganda política, como un instrumento más educativo que reflexivo. Mao Zedong lo dejó claro: él no quería una “revolución artística”, sino más bien un “arte revolucionario”. Las vanguardias fueron marginadas y la figura de Mao se convirtió en el leitmotiv del arte oficial.
Hoy, a más de 50 años de la Revolución Cultural, la liberalización de la economía se traduce también en una apertura en las artes visuales. Los artistas chinos han entrado con fuerza al mercado global con obras cargadas de crítica social, donde la figura de Mao es incluso parodiada. Desde los 90, coleccionistas extranjeros fijaron su atención en este nuevo arte y varios instalaron galerías en el distrito 798 de Beijing, una antigua zona industrial que reúne a la vanguardia artística.
El fenómeno explotó en la última década: según cifras de Artprice, China pasó a ser el tercer mercado mundial para la venta de arte, tras EE.UU. y Gran Bretaña, y el primero en subastas de obras contemporáneas el último año, junto a EE.UU. En abril pasado, Christie’s abrió su primera casa en el país: “No estar en China no tiene ningún sentido”, dijo el director ejecutivo Steven Murphy. El primer remate, con obras de Picasso, Andy Warhol y artistas contemporáneos chinos como Zeng Fanzhi (1964), sumó US$ 27 millones. Este último hace sólo tres semanas marcó el récord para un artista chino vivo, al vender su pintura más famosa, La última cena (2001), en US$ 23 millones en Hong Kong. Inspirada en la clásica obra de Da Vinci, aquí las figuras religiosas son sustituidas por jóvenes comunistas con corbatas rojas, sólo uno (Judas) lleva una de color amarilla que simboliza el paso de China hacia el capitalismo.
Es un hecho, más allá de las cifras, Zeng Fanzhi es uno de los que encabeza la nueva mirada del arte chino. Sus escenas, protagonizadas por personajes de máscaras blancas, están cargadas de lecturas existencialistas. Parte de ellas, junto a su nueva producción, se exhiben hasta febrero en el Museo de Arte Moderno de París.
A Fanzhi se suma Zhang Xiaogang (1958), con obras en la colección del británico Charles Saatchi que han sido calificadas de simbolistas, al hacer una relectura de las fotos familiares de los tiempos de la Revolución China. En 2003, éstas eran avaluadas en US$ 2 millones, hoy ya superan los US$ 10 millones.
Según Melissa Chiu, directora del Museo de la Sociedad Asiática con sede en Nueva York, es cada vez más difícil definir a los artistas chinos. “Ser un artista chino hoy es más complejo de lo que era en los años 80 y 90. Es parecido a serlo en Nueva York, donde hay muchos artistas individuales en lugar de un grupo o tendencia específica”, dijo a The New York Observer.
Aunque si de un movimiento se trata, el más llamativo hasta ahora es el llamado Realismo Cínico, liderado por el pintor Yue Minjun (1962), quien tiene una obra plagada de personajes clonados con una gran sonrisa en sus caras, que ha sido descrita como “una respuesta irónica al vacío espiritual y la locura de la actual China”. En septiembre pasado, la Fundación Cartier de París le dedicó una retrospectiva.
Sin embargo, mientras el arte chino triunfa en la escena internacional, en su país la censura se sigue aplicando. Las autoridades permiten exhibir desnudos y escenas de sexo en las galerías, pero las obras que remiten a la situación política o social son descolgadas. El caso más emblemático es el del activista Ai Weiwei, quien luego de criticar al gobierno ha sido perseguido por las autoridades y en 2010 fue arrestado por una supuesta evasión de impuestos. Hoy, Weiwei vive en Beijing, pero sólo expone afuera, en Londres, EE.UU. o Francia.
Lo mismo le sucede a los hermanos Gao, Zhen y Quiang (1956 y 1962), quienes tienen problemas por usar la imagen de Mao en sus obras, tema que aún produce escozor dentro de China. En 2006, la policía desmontó un cuadro que mostraba a Mao bañándose en un río de sangre. Eso no los detuvo. “Los Gao” han seguido usando a Mao en esculturas, como una de 2009 que lo muestra pidiendo perdón.
Otro artista que sigue esa línea es Wang Guangyi (1957), quien usa la otrora estética revolucionaria mezclada con marcas occidentales como Gucci y Chanel. Su obra afuera ahora es revalorada: una pintura que muestra a un soldado a punto de apuñalar el logo de Coca-Cola, comprada en 1996 a US$ 25 mil, fue revendida en 2006 en US$ 1.6 millones.
Eso sí, los más jóvenes ya superaron el efecto Mao. Entre ellos está Liu Bolin(1973), quien toca el tema del rápido desarrollo económico de China a través de performances donde él mismo pinta su cuerpo, mimetizándose con escenas urbanas de Beijing, como pasillos de supermercados o la “gran muralla”. En 2012, él mismo dio el paso hacia Occidente, colaborando con marcas de ropa como Valentino y Gaultier. Otra joven fotógrafa, Cao Fei (1978), usa la estética hip hop o de videojuegos para representar escenas futuristas. Ya ha expuesto en la Serpentine Gallery de Londres o el MoMa PS1 Cenert. Ahora entrar al mercado es sólo cuestión de tiempo.
¿En qué se emplean los latinos en EE.UU.?
De acuerdo con el censo realizado por ese país este año, los inmigrantes latinoamericanos se dedican, en su gran mayoría a actividades en los sectores de construcción, alimentos y ventas. Este es el top de los trabajos de los hispanos.
Aunque muchos hispanos se aventuran en el sueño americano, pocos saben a qué se van a enfrentar y en qué se pueden emplear en Estados Unidos. De ahí el auge de empresas y websites que ofrecen servicios para conseguir empleo a los latinoamericanos recién llegados a EEUU.
Pero en qué trabajan los latinos en la tierra del Tío Sam, conozca el top 10 de los empleos más concedidos:
1- El 24,4% se dedica a actividades relacionadas con la construcción
2- El 22,5% se dedica a la agricultura, silvicultura, pesca y caza
3- El 21,9% desarrolla actividades de ocio y hospitalidad, es decir, hoteles, restaurantes, establecimientos de bebidas
4- El 18% presta servicios de lavado de autos, lavandería, peluquería entre otros.
5- El 17,5% trabaja en el sector de la minería, explotación de canteras, extracción de petróleo y gas.
6- El 16,2% está laborando en el sector transporte específicamente en depósito y almacenamiento, transporte turístico y transporte de camiones.
7- El 15,5% trabaja en el comercio al por mayor y al por menor, especialmente en venta mayorista de muebles para el hogar, venta mayorista de abarrotes y productos relacionados y en tiendas de alimentos especializados.
8- El 15,3% está empleado en una fábrica, en este sector se incluyen las labores en confección de ropa, panadería y sacrificio y procesamiento de animales.
9- El 15,2% ofrece servicios profesionales y empresariales
10- El 11,7% se encuentra trabajando en actividades financieras, alquiler de bienes de consumo, servicios de alquiler, consumo de activos intangibles, industriales, y otras de alquiler o 'leasing'.
De acuerdo con el censo realizado por ese país este año, los inmigrantes latinoamericanos se dedican, en su gran mayoría a actividades en los sectores de construcción, alimentos y ventas. Este es el top de los trabajos de los hispanos.
Aunque muchos hispanos se aventuran en el sueño americano, pocos saben a qué se van a enfrentar y en qué se pueden emplear en Estados Unidos. De ahí el auge de empresas y websites que ofrecen servicios para conseguir empleo a los latinoamericanos recién llegados a EEUU.
Pero en qué trabajan los latinos en la tierra del Tío Sam, conozca el top 10 de los empleos más concedidos:
1- El 24,4% se dedica a actividades relacionadas con la construcción
2- El 22,5% se dedica a la agricultura, silvicultura, pesca y caza
3- El 21,9% desarrolla actividades de ocio y hospitalidad, es decir, hoteles, restaurantes, establecimientos de bebidas
4- El 18% presta servicios de lavado de autos, lavandería, peluquería entre otros.
5- El 17,5% trabaja en el sector de la minería, explotación de canteras, extracción de petróleo y gas.
6- El 16,2% está laborando en el sector transporte específicamente en depósito y almacenamiento, transporte turístico y transporte de camiones.
7- El 15,5% trabaja en el comercio al por mayor y al por menor, especialmente en venta mayorista de muebles para el hogar, venta mayorista de abarrotes y productos relacionados y en tiendas de alimentos especializados.
8- El 15,3% está empleado en una fábrica, en este sector se incluyen las labores en confección de ropa, panadería y sacrificio y procesamiento de animales.
9- El 15,2% ofrece servicios profesionales y empresariales
10- El 11,7% se encuentra trabajando en actividades financieras, alquiler de bienes de consumo, servicios de alquiler, consumo de activos intangibles, industriales, y otras de alquiler o 'leasing'.